NOVELA DE POSGUERRA: LAS NOVELAS INAUGURALES DE LOS AÑOS 40
(CELA. LAFORET. DELIBES)
La
novela española de posguerra se caracteriza por la pérdida de numerosas referencias literarias, motivada principalmente por la muerte de algunos
escritores (Unamuno, Valle Inclán) y el exilio de otros (Sender, Aub, Rosa
Chacel, Ayala...), la censura y la imposibilidad de importar textos de autores
extranjeros.
Tras la Guerra Civil
(1936-1939), los
narradores debieron crear una nueva tradición novelística que, en parte, retomó
los modelos de la narrativa realista de autores como Galdós o Baroja. Se
rompió, así, la continuidad con la línea de vanguardismo y experimentación
iniciada en las décadas de preguerra. Pero en la posguerra, los novelistas
españoles cultivaron fundamentalmente tres tipos de novela: la ideológica o política, la realista clásica y la humorística.
En general, todas ellas reflejaban una visión pesimista y existencial de la
realidad, y se convirtieron en el punto de partida de la nueva narrativa.
Incluiremos
en el primer tipo, la novela de los vencedores que apoyó, sobre
todo, la visión ideológica de
los falangistas y la reivindicación de ciertos valores considerados
fundamentales. En estas novelas, el mundo se divide de forma maniquea entre
vencedores (la más lograda expresión de las virtudes) y vencidos (ejemplo de
todo lo negativo). Obras de esta tendencia son La fiel infantería
(1943), de Rafael García Serrano, y Javier
Mariño (1943), de Gonzalo
Torrente Ballester.
LA FIEL INFANTERÍA (película basada en la novela de Rafael García Serrano)
Por otro lado,
la novela realista clásica proporcionó
algunas novelas en las que la vida de la burguesía, sus valores y sus
comportamientos constituyen el tema fundamental. El argumento, muy extenso, se
suele desarrollar en un largo período de tiempo con una amplia sucesión de
hechos que da lugar a la llamada novela-río. Grandes autores son Juan Antonio de Zunzunegui -La úlcera (1949), Las ratas del
barco (1950)- e Ignacio Agustí (con Mariona
Rebull).
MARIONA REBULL
Y finalmente, la novela de humor y fantasía creó mundos
imaginarios que constituyeron recursos para rechazar una realidad que resultaba
demasiado terrible. Se intentaba así una superación del realismo tradicional
con una visión desencantada y escéptica. El representante más destacado de esta
orientación fue Wenceslao Fernández Flórez, autor de El bosque animado.
EL BOSQUE ANIMADO
Sin
embargo, ya en la década de
1940, las novelas marcan el inicio de
una nueva narrativa con "La
familia de Pascual Duarte" de Camilo José Cela y "Nada"
de Carmen Laforet,
que comparten un tono sombrío y existencial, junto con una actitud evasiva. A
ellos, se les añaden Miguel Delibes y Ana María Matute. Sus
novelas reflejaban el desolado mundo de la posguerra desde una perspectiva
pesimista, plasmado en personajes tristes y desorientados.
NADA (Adpatación de la novela de Carmen Laforet)
Camilo José Cela (1916) es un autor gallego, cuyas obras reflejan un
profundo pesimismo que, a menudo, se enmascara bajo un humor negro muy
característico. Estudió medicina y cuando estalló la Guerra Civil se
alistó en el bando franquista; obteniendo un cargo como funcionario después de
la misma. Tras cosechar grandes éxitos con La familia de Pascual Duarte. se dedicó plenamente a la literatura, lo que le
valdría el Premio Nobel en 1989. Murió en 2002.
En su estilo, destaca la riqueza expresiva y la habilidad en la descripción de
tipos y ambientes. Su trayectoria muestra también su afán de experimentar
nuevas técnicas narrativas, en las que se diferencian varias épocas. En su primera etapa, destaca la novela
de "La familia de
Pascual Duarte", un relato tremendista por su truculencia, con un cúmulo de crímenes y
atrocidades. Su crudeza provocó una polémica en torno al pesimismo existencial
de Cela, que continuará con obras como Viaje a la Alcarria y el Pabellón de reposo; en su segunda
etapa, escribe "La
colmena",
libro con el que inicia la etapa de realismo social y de renovación formal (en esta
obra, destaca el personaje colectivo, la condensación temporal y su carácter de
novela abierta, ofreciendo una panorámica del vivir colectivo).
LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE (Versión teatral)
-Se recomienda la versión cinematográfica de Pilar Miró)
LA COLMENA
No obstante, Cela, en esta obra, sigue
presentando una visión pesimista y existencial pero con objetividad; se trata
de una novela social). En su última
etapa evoluciona hacia el experimentalismo con obras como “Cristo versus Arizona” , “Oficio
de Tinieblas” o “San Camilo 1936”.
Carmen Laforet
nació en Barcelona en 1921, pero vivió hasta los 18 años en Canarias. Tras
casarse con el crítico literario Manuel Cerezales, publicó su primera obra, titulada Nada, en 1944. Fue galardonada con el premio Nadal
y sorprendió que una muchacha desconocida en los ambientes literarios se alzara
tan merecidamente con este premio (NADA es
una novela de aprendizaje, que narra la vida de Andrea con unos familiares en
Barcelona, donde va para realizar estudios universitarios. Por medio de personajes frustrados, de
catástrofes personales y de un ambiente opresivo y sórdido, se presenta una
visión pesimista de la realidad, aunque al final se insinúa un rumbo favorable
en la vida de la protagonista, que abandona la casa familiar.).
Nada produjo verdadero asombro, y su influjo fue
notable. Aún hoy sigue siendo una de las obras fundamentales de la novela
contemporánea. Sus obras posteriores, estimables, no lograron, sin embargo,
igualar siquiera el logro de aquélla. Citemos La isla y los demonios (1952), La mujer nueva
(1956). También escribió otras obras,
como libros de viajes y cuentos; y mantuvo una notable relación epistolar con
el escritor aragonés Ramón J. Sender. Murió en Madrid en 2004.
Miguel Delibes nació en Valladolid, 1920. Ocupa uno de los
primerísimos puestos de la novela contemporánea. Su abierto humanismo
cristiano le lleva a acercarse a los humildes y a criticar la sociedad
burguesa. Así, tras revelarse con La sombra del ciprés es alargada (Premio Nadal, 1947), aborda con realismo el
mundo rural
en El camino (1950), Diario de un cazador
(1955) o en una obra maestra, Las ratas (1962),
impresionante cuadro de la vida de un pueblo meseteño; mientras que las costumbres y
mentalidad de la burguesía provinciana son objeto de certero análisis en
obras como Mi idolatrado hijo Sisí (1953).
MIGUEL DELIBES
MIGUEL DELIBES
EL CAMINO
Una
segunda etapa se inicia en 1966, con Cinco horas con Mario. Aquí, Delibes junta la
preocupación ético-social y la renovación formal, incorporando un monólogo
interior de un personaje, que le sirve para hacer una crítica irónica a las
clases medias. Esta obra supuso una intensificación de la carga crítica y, a la vez, una
búsqueda
de nuevas formas.
CINCO HORAS CON MARIO
Esta búsqueda se
acentúa en la tercera etapa, con la alucinante Parábola del náufrago (1969), de un experimentalismo muy distante a
su realismo
habitual y en donde hace una parodia de la deshumanización del individuo
moderno. Junto a esta hay que señalar otra obra maestra, Los santos inocentes
(1981), en donde recupera el experimentalismo y la denuncia social
a través de una nueva incursión en el entrañable y áspero mundo rural.
Caracterizan siempre a
Delibes unas excepcionales dotes de narrador, una insuperable capacidad para reflejar
tipos y
ambientes, y un seguro dominio del idioma, lo que le permite acertar, con difícil
facilidad, en los más variados registros, sobre todo en la autenticidad del
habla popular. Ingresó en la
Real
Academia Española en 1974. (…)
LOS SANTOS INOCENTES
Hasta
1978 no volverá al género
novelístico con “El disputado voto del señor Cayo”. En 1981 publica “Los santos inocentes”
y su séptimo libro de caza “Las perdices del domingo”. Junto a
Gonzalo Torrente Ballester, obtiene el Premio
Príncipe de Asturias de las Letras 1982. En 1983, “Cartas de amor de un sexagenario
voluptuoso”; 1987, “377A Madera de héroe”
; Señora
de rojo sobre fondo gris (1991) (un homenaje a su esposa Ángeles de
Castro fallecida en 1974). Y cuando ya parecía que había puesto punto final a
su obra narrativa, publica en 1998 “El
hereje”, novela documentada y ambientada en el Valladolid del siglo
XVI. Y en 2005, con su hijo, biólogo
e investigador del CSIC publica un libro de conversaciones “La
tierra prometida.¿Que mundo herederán nuestros hijos”.