Ttaris-Fenma
Dana, cansada, se fue a su habitación. En el pasillo se encontró con una persona. Dana, intrigada, se acercó.
-¿Cómo te llamas?- le preguntó Dana.
-Ttaris, ¿y tú?
-Dana.
Ttaris tenía unas orejas largas y puntiagudas. Medía unos dos metros aproximadamente y vestía con una túnica larga y una capa marrón. También tenía unos ojos gatunos y grandes. Parecía joven y además hablaba una lengua un poco extraña.
Al día siguiente, al despertarse, Dana fue a la biblioteca para estudiar. Allí se encontró con una enana de baja estatura (no más de un metro) y con un delantal blanco. La enana tenía muchas arrugas, por lo tanto debía de ser bastante vieja. Estaba un poco gorda y tenía el pelo gris.
Dana se giró un momento para buscar un libro. Al volverse ya no estaba la enana Fenma, sino el elfo Ttaris.
Dana le preguntó a Ttaris donde estaba Fenma. Ttaris le dijo que Fenma y él eran la misma persona, pero cuando se descuidaba se cambiaba de físico a causa de un hechizo erróneo que no supo controlar.
Dana al saber esto, se echó a reír y se fue de la biblioteca.