ASESINATO EN LONDRES (Irene Sánchez)

ASESINATO EN LONDRES



Cada vez que lo recuerdo se me revuelve el estómago. Aquel asesinato era el más sangriento de todos los que había resuelto hasta la fecha.


Fue hace unos dos años. Era noche cerrada en las calles de Londres y yo me dirigía a mi casa cuando me llamaron al móvil. Era el jefe. Quería que fuese a una casa por un caso de homicidio. Me avisó de que llevara alguna bolsa de plástico.


Llevé tres bolsas pequeñas. Ya me imaginaba que sería algo muy sangriento, pero no tanto. Nada más llegar a la puerta, tuve que usar una por el olor tan nauseabundo que había en el ambiente. Abrí la puerta y ya tuve que utilizar la segunda, porque todo estaba lleno de sangre.


En las paredes había marcas de como si hubiesen disparado a la cabeza de alguien; pero no era ese el motivo: la víctima iba envuelta en pequeñas bombas antes de morir, que fueron explotadas a medida que entraba en la casa. Al llegar al fondo y ver el cadáver, usé la tercera y última bolsa. Del cuerpo, si todavía se le podía llamar así, sólo quedaban el esqueleto y las vísceras. Tenía entre aquello que antes fueron manos la foto de una pareja. Señalaba a la mujer. Más tarde se supo que el cuerpo era el del hombre de la foto.



IRENE SÁNCHEZ