XVII.
Encima de la mesa del comedor, tumbada en el sofá, en un hotel, en el asiento trasero del coche, en la biblioteca del instituto, o incluso sentada en la arena delante del mar… han sido tantos sitios en los que he leído libros con la intriga de saber el final y la emoción de no poder dejar de leer… pensando que cuanto más lea, antes acabaré, y antes descubriré el final de la apasionante lectura. Me gusta leer y sentirme protagonista del cuento o la novela, pero los libros no son sólo historias apasionantes, ni mucho menos, los libros son sabiduría, soluciones a las dudas, o pruebas de que antes de estos siglos, que estamos viviendo, antes de esta vida, ha habido más.
Ahora me tengo que imaginar un mundo sin libros, pero me resulta prácticamente imposible, puesto que todo el mundo ha tenido alguna vez alguno entre sus manos.
Sin ellos, no sabríamos las tradiciones, los recursos, ni la sabiduría de la gente en tiempos pasados. Sin ellos, tampoco tendríamos un “hobbie” con el que disfrutar las tardes de invierno, arropados por el calor de un fogaril leyendo una novela de Agatha Christie o el saber de las letras de Gloria Fuertes.
Mires donde mires hay libros, están por todas partes y son indispensables, incluso para los creyentes de un dios: los cristianos la Biblia, los musulmanes el Corán, y así sucesivamente.
Nosotros los estudiantes no podríamos estudiar, puesto que no habría libros de los que sacar las ideas y lecciones que hoy en día estamos aprendiendo, es más, esto que estoy escribiendo no llegaría a nadie, no sería nada porque yo no sabría escribir, ya que las letras son literatura y la literatura se saca de los libros que escribieron personas que un día estudiaron con ellos.
Por cierto, en estas fechas en las que la gente suele regalar una rosa y un libro, ¿qué regalarían? Solamente una rosa, o ni siquiera eso, porque no sabrían cómo se llama esa flor roja de aroma embriagador.
Bien, en un mundo en el que no hubiese libros, la vida del ser humano sería desastrosa, yo no sabría vivir, ¿y vosotros?
Brenda Cónsul, 2ºE.S.O.